El jabón de azufre es uno de los preferidos de mis hijas en su combate contra el acné.
El azufre regula la secrección sebácea y posee propiedades antiinflamatorias, astringentes, antibacterianas y fungicidas. Al final del post os indico los ingredientes y la forma de elaborarlo.
El jabón de azufre es uno de los más utilizados en el tratamiento del acné y para eliminar impurezas tanto en pieles grasas como en mixtas (en pieles secas no es recomendado pues acentúa el resecamiento). Hay que tener cuidado con la dosificación del azufre, recomendándose una concentración del 5% para su uso en el rostro y hasta un 15 % en el caso de usarse en el cuerpo.
Yo he preparado jabones con dos concentraciones distintas y les he añadido colorante diferente para no confundirlos al usarlos (los de color rosa son para la cara y los verdes para el cuerpo).
Estos jabones se pueden usar una vez al día, preferentemente después de dilatar los poros con vapor de agua. Se deja actuar un minuto y después se enjuaga con agua.
Ingredientes:
- 100 gr. jabón de glicerina blanco
- Azufre molido de uso cosmético.
- Para el rostro 5% (5 gr. por cada 100 de jabón)
- Para el cuerpo 10 ó 15 % (10 ó 15 gr. por cada 100 de jabón según lo delicado de la piel)
- 5 ml. aceite de rosa mosqueta
- 1 ml. tocoferol (vitamina E)
- Esencia aromática y colorante para jabones al gusto
Elaboración:
Se derrite el jabón de glicerina en el microondas cuidando que no llegue a hervir. Se añade el azufre molido (mejor tamizándolo) y se mezcla bien hasta que se integre. Se agrega el aceite de jojoba, la esencia aromática y el colorante y se vierte en moldes de silicona. Si queda alguna burbuja en la superficie del jabón, puede pulverizarse un poco de alcohol en la superficie para eliminarlas.
